La AFA y el lío del fútbol argentino
Publicado: 11 / 12 /2025“Soy el vicepresidente del mundo”, proclamó en su momento Julio Grondona, quien ocupó el cargo de vicepresidente de la poderosa FIFA durante 26 años y controló tres comisiones, entre ellas, la de Finanzas.
Don Julio, que nunca dominó el inglés, tenía un agudo sentido para los números. Su ingreso a la AFA se dio en 1978, como secretario de Finanzas y Hacienda.
Luego se convirtió en Ministro de Economía del País del Fútbol, y presidió la AFA durante 35 años.
En este país soberano, el fútbol encapsula un sistema de poder cimentado en un entramado de códigos internos y pasiones desbordadas—las venas que alimentan al inmenso corazón futbolero argentino. ¿Qué político se atrevería a provocar una arritmia en esa estructura?
La AFA de Grondona fue objeto de múltiples allanamientos, especialmente en épocas de sequías deportivas. Antes, era impensable.
Entre 1978 y 1990, la Selección Argentina jugó tres finales del mundo y ganó dos. En ese contexto, mesclarse con la AFA era como indisponerse con ídolos como Kempes o Maradona.
En 1996, un juez procesó a Grondona por un escándalo relacionado con un caso de doping.
Después de una fecha del torneo, se sometió a control el jugador Maradona, de Boca, y Martín Vargas, de Deportivo Español. Solo Vargas dio positivo. Se sospechó que alguien había manipulado las muestras.
Al enterarse de su procesamiento, Grondona se limitó a comentar: “Ahora ya empiezan las vacaciones, así que me voy al campo. A la vuelta hablamos”. A su regreso, ya estaba sobreseído por la Cámara Federal.
Chiqui Tapia, que no surgió del ámbito financiero sino del quilo de clubes del ascenso que construyó Grondona para perpetuarse en el poder, entiende bien el juego: un club menor tiene el mismo voto que uno grande. Si logras el apoyo de los clubes pequeños, la victoria está asegurada. La asistencia económica hace el resto.
En el País del Fútbol esto es efectivo: el clientelismo se convierte en feudo.
Tapia, sanjuanino y en aquel entonces yerno de Hugo Moyano, presidió Barracas Central y se incorporó al Comité Ejecutivo de la AFA como figura clave para los clubes de la C.
Con su ascenso, logró que Barracas también ascendiera.
Desde hace una década, corrían rumores sobre arbitrajes favorables para el “yerno de Moyano”. En 2021, Barracas llegó a Primera.
Si el Barracas de Tapia es el Arsenal de Grondona, ese pequeño club de Sarandí que conquistó ligas y copas hasta la muerte de Grondona, entonces Qatar 2022 es su México 86. Y Messi, su Maradona.
Previo a la oleada de allanamientos, Tapia respondió al periodista Mariano Dayan, de Olé, sobre los arbitrajes sospechosos: “Con Grondona también había sugestión por los arbitrajes”.
Porque bajo el mandato de Grondona, los árbitros también pitaban para el poder.
Aquel sentido de impunidad que animó a Don Julio a lucir su famoso anillo Todo Pasa —falleció antes de la trama de procesamientos del FIFA Gate, donde testimonios lo ligaron a un papel fundamental en el reparto de coimas— parece haber inspirado a Tapia a inventar una copa para Rosario Central.
Quizás, un gesto exagerado de afecto hacia Messi, quien vio cumplido el deseo de su amigo Di María.
Aquel acto de autocracia extrema originó, primero, una ola de indignación genuina entre los hinchas, que solo encontró respuesta en la figura de Sebastián Verón, defendiendo su orgulloso Estudiantes.
Y, a continuación, desató una encuesta sobre una financiera que Tapia y su alter ego Toviggino aparentemente recomendaban a los desesperados buscando escapar del agua, revelando una saga de episodios del Manual de la Mugre: empresas en Miami que se crean en 48 horas y se liquidan al mes; mansiones a nombre de jubilados; jets privados, yates, y relojes de lujo que no son más que valijas repletas de efectivo en la muñeca.
Un tiempo complicado para los soberanos de la AFA, que la justicia debería abordar antes de que el balón vuelva a rodar en el Mundial de junio.
Después, con el país en modo blanquiceleste, tal vez nunca se resuelva el asunto.
Datos Relevantes:
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Julio Grondona: Vicepresidente de FIFA por 26 años y figura central en la AFA durante 35 años. Su influencia y control sobre las finanzas del fútbol argentino han sido motivo de controversia y escándalo.
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Chiqui Tapia: Actual presidente de la AFA y exdirigente de Barracas Central, se ha beneficiado del entramado de poder creado por Grondona, lo que incluye el manejo clientelista para asegurar votos favorables.
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Escándalos de Doping y Corrupción: Grondona enfrentó acusaciones de doping y corrupción durante su carrera, y la situación actual en la AFA bajo la administración de Tapia presenta similitudes inquietantes con esa historia, revelando un ciclo de impunidad en el sistema del fútbol argentino.
